A veces, a lo largo de mi vida,
he creído tener la respuesta a esa pregunta, pero cada vez que he podido pensar
que lo tenía cerca lo he perdido como quien intenta atrapar el agua con las
manos.
Tuve un sueño cuando tenía once
años. En él todos mis compañeros de clase tenían novia o novio; yo era el único
que permanecía solo. Por supuesto los elementos de esta visión eran simbólicos
y no podían interpretarse al pie de la letra. No significaba que todo el mundo
a mi alrededor acabaría teniendo pareja, pero la parte que a mí me atañía, la
que hacía referencia directa a mí, la que hablaba de una soledad eterna y
creciente, se ha hecho realidad.
Es cierto que he tenido parejas,
y amigos, aunque nunca supe lo que era tener una familia y desde pequeño me
sentí solo y abandonado. Conforme fui creciendo pensé que dar el amor que tenía
dentro sería la respuesta, aunque como no sabía lo que era el amor por no haberlo
recibido nunca, cuando lo tuve que dar lo hice mal y el resultado fue la gran
pérdida. Fui perdiendo amigos, perdí a mi única pareja, y a seres que llegué a
pensar que tendría a mi lado para siempre.
No he tenido tiempo de saber qué es
el amor.
El amor de familia nunca lo tuve.
La amistad, nunca llegó a ser tan
sincera por parte de nadie como para perdurar. Solo una amiga tengo ahora, una de
verdad, pero está lejos, muy lejos, siempre lo ha estado…
El amor de pareja… Tengo la
enorme convicción de que nunca me han querido realmente. Siempre he sido un ser
al que acercarse en momentos difíciles, alguien que aparecía aparentemente de
la nada, con promesas de luz, redención, apoyo moral y… amor. Siempre fui solo
alguien en quien apoyarse, de quien algunas personas creyeron enamorarse pero
que, pasado el mal momento, comprendieron que no era amor y ellas mismas se
alejaron. Una vez sufrí el engaño durante casi seis años. Otras veces apenas
fueron meses de emociones que no llegaron a nada, y que la distancia siempre
empañaban y acababan disolviendo.
Hace no mucho tiempo conocí al
amor de mi vida. Pero ni eso fue suficiente. No bastó que ella me quisiera,
porque la vida simplemente no tenía planeado que estuviéramos juntos, y nos
destrozó a ambos, el amor nos hizo añicos en apenas mes y medio. ¿Cómo es
posible que el amor pueda hacer tanto daño? Si es amor no debería hacer daño,
¿no? Y sin embargo nos destrozó.
No sé qué es el amor, pero sí sé
que nunca lo tendré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario