No había tenido este pensamiento hasta ahora.
Me he equivocado mucho en treinta
y un años, pero es la primera vez que me siento de verdad como una mala
persona. Y no es que últimamente haya hecho nada que amerite estos
pensamientos, pero creo que es la única respuesta de por qué estoy tan solo.
Creo que es la única respuesta de por qué lo he estado desde que tengo uso de
razón. Creo que nunca me querrá nadie porque seguramente es lo que merezco. Nunca
había pensado esto pero estoy solo y es la única explicación que encuentro, y
la veo cada vez más razonable. Solo soy un instrumento, y muchas veces ni
siquiera eso.
La pregunta es: ¿merecen vivir
las malas personas?
Yo tengo clara la respuesta.
No puedo recibir amor, pero
tampoco darlo. No puedo enamorarme porque solo sé hacer daño. Como te lo hice a
ti aquella última tarde que nos vimos, y que después de año y medio sigue
matándome por dentro. Fuiste el amor de mi vida, pero no eras para mí. Me dices
que aún me quieres, me pides que no espere, aunque no descartas que algún día
podamos estar juntos. Pero yo sé que no eres para mí. Porque tú eres buena y yo
soy malo. Porque eres luz y yo solo soy alguien que se ha pasado la vida
buscándola pero que nunca la encuentra.
Ya tengo demasiado dolor dentro,
Sabiduría mía; nunca sabré amar por lo tanto nunca podré ser amado.