sábado, 24 de septiembre de 2022

SOY UNA MALA PERSONA

No había tenido este pensamiento hasta ahora.

Me he equivocado mucho en treinta y un años, pero es la primera vez que me siento de verdad como una mala persona. Y no es que últimamente haya hecho nada que amerite estos pensamientos, pero creo que es la única respuesta de por qué estoy tan solo. Creo que es la única respuesta de por qué lo he estado desde que tengo uso de razón. Creo que nunca me querrá nadie porque seguramente es lo que merezco. Nunca había pensado esto pero estoy solo y es la única explicación que encuentro, y la veo cada vez más razonable. Solo soy un instrumento, y muchas veces ni siquiera eso.

La pregunta es: ¿merecen vivir las malas personas?

Yo tengo clara la respuesta.

No puedo recibir amor, pero tampoco darlo. No puedo enamorarme porque solo sé hacer daño. Como te lo hice a ti aquella última tarde que nos vimos, y que después de año y medio sigue matándome por dentro. Fuiste el amor de mi vida, pero no eras para mí. Me dices que aún me quieres, me pides que no espere, aunque no descartas que algún día podamos estar juntos. Pero yo sé que no eres para mí. Porque tú eres buena y yo soy malo. Porque eres luz y yo solo soy alguien que se ha pasado la vida buscándola pero que nunca la encuentra.

Ya tengo demasiado dolor dentro, Sabiduría mía; nunca sabré amar por lo tanto nunca podré ser amado.

¿QUÉ ES EL AMOR?

 


A veces, a lo largo de mi vida, he creído tener la respuesta a esa pregunta, pero cada vez que he podido pensar que lo tenía cerca lo he perdido como quien intenta atrapar el agua con las manos.

Tuve un sueño cuando tenía once años. En él todos mis compañeros de clase tenían novia o novio; yo era el único que permanecía solo. Por supuesto los elementos de esta visión eran simbólicos y no podían interpretarse al pie de la letra. No significaba que todo el mundo a mi alrededor acabaría teniendo pareja, pero la parte que a mí me atañía, la que hacía referencia directa a mí, la que hablaba de una soledad eterna y creciente, se ha hecho realidad.

Es cierto que he tenido parejas, y amigos, aunque nunca supe lo que era tener una familia y desde pequeño me sentí solo y abandonado. Conforme fui creciendo pensé que dar el amor que tenía dentro sería la respuesta, aunque como no sabía lo que era el amor por no haberlo recibido nunca, cuando lo tuve que dar lo hice mal y el resultado fue la gran pérdida. Fui perdiendo amigos, perdí a mi única pareja, y a seres que llegué a pensar que tendría a mi lado para siempre.

No he tenido tiempo de saber qué es el amor.

El amor de familia nunca lo tuve.

La amistad, nunca llegó a ser tan sincera por parte de nadie como para perdurar. Solo una amiga tengo ahora, una de verdad, pero está lejos, muy lejos, siempre lo ha estado…

El amor de pareja… Tengo la enorme convicción de que nunca me han querido realmente. Siempre he sido un ser al que acercarse en momentos difíciles, alguien que aparecía aparentemente de la nada, con promesas de luz, redención, apoyo moral y… amor. Siempre fui solo alguien en quien apoyarse, de quien algunas personas creyeron enamorarse pero que, pasado el mal momento, comprendieron que no era amor y ellas mismas se alejaron. Una vez sufrí el engaño durante casi seis años. Otras veces apenas fueron meses de emociones que no llegaron a nada, y que la distancia siempre empañaban y acababan disolviendo.

Hace no mucho tiempo conocí al amor de mi vida. Pero ni eso fue suficiente. No bastó que ella me quisiera, porque la vida simplemente no tenía planeado que estuviéramos juntos, y nos destrozó a ambos, el amor nos hizo añicos en apenas mes y medio. ¿Cómo es posible que el amor pueda hacer tanto daño? Si es amor no debería hacer daño, ¿no? Y sin embargo nos destrozó.

No sé qué es el amor, pero sí sé que nunca lo tendré.

 

CIELO TINTO

Siempre preferiste el vino a la cerveza, el horizonte rojo de las tardes me lo recuerda. Es como si una copa de tinto se derramase entre las...